lunes, 21 de enero de 2008

Los próximos dominadores del fútbol mundial


Este fin de semana ha comenzado la Copa de África, un dolor de cabeza para casi todos las ligas europeas, pero quizá la competición internacional que mayores sentimientos acoge. La pasión en el continente africano por el balompié es desaforada; jugadores como Eto'o, Drogba o Kanouté son las personalidades más populares de sus respectivos países y anteponen defender la camiseta de sus paisanos a cualquier tipo de reprimenda de los voraces presidentes de clubes que escriben sus discursos con la tinta que desprenden los billetes de 500 euros. Siempre me ha gustado el futbolista africano. Representa el fútbol moderno en su total esencia. Fortaleza física, potencia ofensiva, rapidez defensiva, anarquía en el centro del campo, velocidad por las bandas. Para mí, serán los próximos dominadores del fútbol mundial e incluso podríamos ver a un equipo africano levantar la Copa en un Mundial. Estaremos atentos a lo que sucede en la competición durante estos próximos días. El domingo la anfitriona Ghana comenzó con victoria y ayer Costa de Marfil y Mali lograron imponerse por la mínima, pero sin grandes alardes. La que sí impresionó fue Marruecos. Los 'Leones de los Atlas' impusieron rápidamente su superioridad física y técnica ante los poco experimentados namibios. Sufiane Alludi firmó un hat trick e inscribió su nombre como candidato al mejor jugador si su selección llega lejos. Con el permiso de Drogba, Kanouté, que marcó de penalti, y Eto'o, que entra hoy en acción con Camerún ante Egipto en el duelo estelar de la primera jornada.

miércoles, 9 de enero de 2008

Casillas no es el mejor portero del mundo

No me gusta el oportunismo de la mayoría de la prensa deportiva. Formo parte del gremio y la comprendo, pero no comparto la gran mayoría de sus enfoques. Necesitan generar debates, encumbrar a algunos y vilipendiar a otros para que la gente consuma lo que a ellos les interesa: el deporte. Sé que es ir ahora mismo contracorriente, pero para mí Iker Casillas no es el mejor portero del mundo. Discuto mucho con mis compañeros y amigos cuando aumentan al grado de absoluto todo lo que ocurre en el fútbol español, cerrando los ojos a todo lo que salga de la Liga. Casillas es muy bueno. Tiene unos reflejos increíbles, una velocidad bajo palos innata, un juego aéreo trabajado con el paso de los años y un dominio de su parcela adquirido desde la experiencia que dan siete temporadas en la elite. Ahora bien, rechazo de pleno el hecho de que ahora todo el mundo tenga que adorar a Casillas porque le saca una mano grandiosa a Milito, porque evita muchos goles en un equipo como el Real Madrid en el que defender nunca ha sido su fuerte -aunque este año ha mejorado muchísimo en ese aspecto- o porque es muy buen chico y tiene una novia muy guapa. Casillas está entre los mejores, pero no es el mejor. Al menos para mí.
Buffon, el que más seguridad transmite con diferencia, Cech, que ahora ha perdido algo de nivel tras su grave lesión en la cabeza y, sobre todo, Gomes, el guardameta del PSV que tiene un dominio de la situación y una precisión en el saque de puerta extraordinaria, me parecen los más completos en la actualidad. La gran suerte que tiene Casillas es que está en el primer plano mediático... y que al Real Madrid le hacen falta ídolos.

martes, 8 de enero de 2008

El Valencia, ¡qué despelote!

2008 tiene que ser el año en el que me decida definitivamente a abrirme paso en la blogosfera. Después de un par de intentonas procurando compartir mis inquietudes futbolísticas con el resto de adoradores del balompié mundial, la tercera va a ser la definitiva. Esta vez sí. Y para empezar el año con polémica sólo hay que hablar del Valencia, la casa de los líos. Parece ser que Joaquín ha trasladado el despelote de la selección al club ché y el recién llegado Éver Banega ya ha demostrado que en eso de quedarse en pelota picada es un número 1. Lejos del tono humorístico, lo que está haciendo el clan Soler con el equipo es de traca, nunca mejor dicho.


¿Cómo se puede consentir que un tipo haga tan mal las cosas? Echa a Quique, trae a Koeman, que está más perdido que Marco en el día de la madre, le obliga a éste a que decapite a Albelda, Cañizares y Angulo porque son los únicos con galones para criticar abiertamente su indescriptible gestión y lo quiere vender -mal, como todo lo que hace- como que es una decisión única de Koeman. El holandés, acostumbrado a los tulipanes -y empiezo a creer muy seriamente que a otro tipo de productos alucinógenos de su tierra- coloca a jugadores como Sunny o Arizmendi de lateral derecho, como si pensara que esto es el PC Fútbol y aunque bajen un poco la media no se notará tanto en su rendimiento. Se empeña en ubicar a Vicente por la derecha cuando es el zurdo más cerrado de la plantilla e incrusta en ocasiones a Villa en la izquierda cuando todo el mundo sabe que donde realmente hace daño es cerca del área rival.
En fin, un despropósito, que se ha avivado en los últimos días con la "visita" a comisaría de Manuel Fernandes, al que le gustó la idea de su compatriota Miguel de aprovechar todos los jueves para beber y fumar como adolescentes, pero se pasó de la raya pagando su inexperiencia en estas lides. ¡Qué manera de meter la pata! Y claro, así no hay quien rinda. Unos pensando en irse, otros pensando que pronto les pueden echar y el Levante, su rival regional, consiguiendo su primer punto a domicilio. ¿Dónde? Pues en Mestalla. Y ahora llega Banega, el salvador. Si se relaciona tan bien como por webcam seguro que no sale otro caso Riquelme, aunque permitidme que lo dude. Me suena a más de lo mismo. Tiki-taka argentino, con personalidad cuando está cómodo cerca de los suyos, pero rebelde y pasota cuando las cosas se ponen feas. Y en Valencia no es que se vayan a poner feas; es que ya están como Prosinecki.

lunes, 11 de junio de 2007

Maletines, bolsas de basura y paraísos fiscales

Siempre que se aproxima el verano, cuando el calor comienza a apretar y la gente prepara sus chanclas y sus toallas para aprovecharlas cada vez que tiene tiempo, en el mundo del fútbol saltan a la palestra elementos tales como los maletines o las bolsas de basura. Es algo que no falla. Se trata de una cadena cíclica que termina entre los meses de mayo y junio, haciendo las veces de pagas extra para muchos profesionales del balompié -por si no tuvieran suficiente con el sueldecillo que tienen-. En el interior de esos elementos se encuentra una prima, pero no ese familiar al que ves de cuando en cuando para contarle cómo te va la vida, sino un montoncillo de billetes juntos -en la mayoría de los casos de 500 euros, esos Bin Laden que la mayoría de españoles conocemos pero casi ninguno los vemos habitualmente- a repartir entre los miembros de una plantilla. Ocurre en todas y cada una de las categorías, en mayor o menor escala, y se ofrecen para extra motivar a los rivales de los competidores directos por el objetivo que tú persigues. Se supone que dicho incentivo es ilegal, pero todo el mundo lo ejerce porque al fin y al cabo tarde o temprano vas a salir beneficiado de dicho juego. Este fin de semana el interesado va a ser el Mallorca, que debe aguarle la fiesta al Real Madrid. Leo Messi, del Barcelona, ya se ha apresurado a espolear a sus directivos para que incentiven a los baleares. Incluso tendrían un buen intermediario en la figura de otro argentino, Maxi López, ex blaugrana ¿Debería legalizarse? ¿Es ético ejercer dichas maniobras? El debate se abre todos los años, dura un mes y vuelve a difuminarse. Son las corrientes de opinión. ¡Qué vamos a hacerle! Yo lo tengo claro. Que cada uno haga lo que quiera con su dinero, pero que se sepa todo con pelos y señales. Sobre todo, para que esa afición que ha visto arrastrarse a sus jugadores durante varios encuentros sepan el motivo por el que misteriosamente ahora esas mismos hombres corren como cosacos como si les hubieran inyectado vitaminas; para que los seguidores más ultras, los que no cenan tras la derrota de su equipo, se den cuenta de una vez por todas de que el fútbol no es más que un deporte lleno de profesionales, que en su mayoría terminan por desconectar del terreno de juego con el pitido final para no saturarse, que los besos en los escudos son en un 90% de los casos gestos para la galería, marcados por la moda o la tradición. Ahora, como todo se ha vuelto más vox populi, la moda es olvidarse de los maletines y las bolsas de basuras, apuntar un número de cuenta y recoger las ganancias en un banco ubicado en cualquier paraíso fiscal del mundo. Para que todo sea lo más 'limpio' posible.

domingo, 10 de junio de 2007

Dios es madridista...esta temporada

Llegan al cielo. La miran pero no la tocan, por eso de la superstición. El Real Madrid roza la Liga. Cuatro años en blanco son demasiados. Y pueden terminar gracias a un minuto. ¡Qué paradoja! Menos aún: dieciocho segundos. Los que separaron el gol de Van Nistelroy que significaba el empate a dos del equipo de Capello en La Romareda con el gol de Tamudo, el Raúl espanyolista, en el Camp Nou. Otro empate a dos. ¡Pero qué empates! Hacía tiempo, mucho tiempo, que no se veía algo igual en el fútbol español. Quizás desde aquel fatídico penalti de Djukic ante el Valencia. El Real Madrid, siempre a remoque, contracorriente, como está acostumbrado a nadar en los últimos tiempos, y con fuerte marejada en las últimas jornadas diría yo.

Un penalti riguroso, pero existente; un rival necesitado y con un estilo totalmente antagónico al suyo; Buenas noticias desde Barcelona: marca Tamudo; malas noticias en Zaragoza: marca Diego Milito -¡qué jugadorazo!- El Sevilla puede engancharse a la Liga, pero no lo hace. Messi le da la vuelta al marcador con polémica. La pulga termina de completar su repertorio maradoniano e imita al pelusa con un gol con la mano que sólo no ven Rodríguez Santiago y su asistente y significa el empate. Luego vuelve a la normalidad y demuestra por qué es el principal candidato a ocupar el trono del fútbol mundial en la próxima década. La Liga se tiñe de blaugrana. Van Nistelroy empata y Milito le da la réplica en la encarnizada lucha que mantienen ambos por el Pichichi. El sueño madridista se esfuma. Era demasiado bonito para ser verdad. No se puede ganar con el estilo de Capello; no sería justo, pensarían muchos. Se les acabó la suerte, pensarían otros. El Madrid apretaba a base de fuerza, corazón, espíritu, tesón, tenacidad, confianza. Adjetivos que nunca tuvo el Barcelona porque no le hacía falta -tenía calidad, magia, velocidad, verticalidad, precisión-, pero que en este tramo final de competición iban a resultar fundamentales ante la palpable falta de unión en el vestuario culé. San Pedro abrió las puertas del cielo y se encontró de frente a Laporta, Rijkaard y Ronaldinho. Marcó el Real Madrid, volvió a cerrar las puertas y Dios se vistió de Tamudo. Un minuto después los que estaban frente a las puertas del cielo eran Calderón, Capello y Van Nistelroy. Bueno, y Raúl, y Mijatovic, y Ramos, y Beckham...Esas puertas permanecerán abiertas una semana. El tiempo necesario para que los blancos terminen de dar el paso que les separa de la gloria.

Pero no sólo hubo fútbol en tres escenarios. La penúltima jornada de Liga nos deja también la salvación matemática del Levante, después de golear sospechosamente al Valencia; la resurrección de un Celta al que muchos daban por muerto, pero al que el Atlético, ¡cómo no!, le brindó la oportunidad de seguir soñando con la permanencia, y el vergonzoso espectáculo vivido en el Ruiz de Lopera, donde el Betis perdió 0-5 con el Osasuna y varios aficionados terminaron invadiendo el terreno de juego. Así las cosas, y tras el empate a cero de la Real Sociedad -con penalti fallado por Savio incluido- y la victoria del Villarreal sobre el Athletic, los equipos vascos, el Betis y el Celta se disputarán las dos últimas plazas de Segunda.

viernes, 8 de junio de 2007

Se busca campeón de Liga

Sábado 9 de junio de 2007. 21 horas. El balón comienza a rodar en ocho de los terrenos de juego de la Liga española de Primera División. La Liga en juego. Bueno, la Liga, las plazas para la Copa de la UEFA y las plazas de descenso, excepto la de un Nástic desahuciado desde hace mucho tiempo. Todo apunta a que durante las dos horas siguientes todo, o casi todo, quedará visto para sentencia. Por arriba, el Real Madrid necesita vencer en La Romareda; el Barcelona y el Sevilla, cumplir con sus compromisos y esperar al tropiezo blanco; los de Capello ya han ganado la primera batalla, la psicológica, al confirmarse la presencia de Beckham, hombre clave en él últimos mes, y la no presencia de Ronaldinho, estandarte del Barcelona en estos últimos años. Pero no son los únicos duelos en los que se vivirá con el corazón en un puño. El Atlético de Madrid debe romper con su gafe en el Calderón ante un Celta al borde del abismo; el Betis intentará acabar con el fantasma de Villar ante un Osasuna decidido a echarle una mano a sus 'hermanos' vascos, Real Sociedad y Athletic de Bilbao, inmersos en la lucha por evitar el descenso a Segunda División; y el Levante quiere dar otro paso más hacia la salvación gracias a sus vecinos del Valencia. Por jornadas como estas merece la pena tragarse seis o siete meses de fútbol infumable; aguantar la envidia de ver cómo las ligas extranjeras nos superan en actitud, calidad y competitidad; o ver cómo la selección sigue su proceso de despersonalización. Por cierto, me pareció lamentable la imagen de Puyol y Xavi con las medias dobladas para no mostrar los colores de la selección y más lamentable aún el circo que algunos están montando alrededor de una posible letra para el himno nacional.

viernes, 1 de junio de 2007

Savia nueva; ilusión renovada

Hace justamente un año, en la previa de la Eurocopa, escribí un artículo en el que hablaba de las sensaciones que despierta la selección española momentos antes de acometer un cita trascendental. Hay muchos que asocian a la Roja políticamente y quieren que pierda sólo por eso; otros no soportan al seleccionador, y por eso también quieren que pierda.
Yo no puedo evitarlo; Me gusta la selección; y más cuando existen caras nuevas, como Soldado o Luis García. Cada vez que veo alineaciones de los sub'21 o sub'19 estoy más convencido de que entre 2008 y 2010 España va a lograr algo grande (un título, o al menos llegar a una final). Tiene una columna vertebral de jugadores con condiciones de estrella (Casillas, Sergio Ramos, Cesc, Iniesta, Fernando Torres). Ya hay que olvidarse de Cañizares, Puyol, Albelda, Raúl, Morientes y cía. Hace falta otros que tiren del carro. Y savia nueva que aporte ilusión, que su máxima aspiración sea llegar a la selección, que se muestre orgullosa de ello y que tenga hambre de triunfo. Se había entrado en una dinámica en la que los hombres de Luis Aragonés estaban más pendientes de las críticas que de jugar, se escaqueaban cada vez que podían de las convocatorias y la selección era más una carga que una satisfacción o un premio. Después de un inicio de fase de clasificación desastroso, España ya no puede fallar más.
Letonia y Lietchenstein son buenos rivales no sólo para ganar, sino para enganchar al aficionado medio, al que sólo le interesa la selección cuando golea o despliega un fútbol espectacular. Si Soldado hace un hat-trick, si Iniesta o Cesc se inventan pases de bandera o si Silva y Joaquín se visten de Messi por la banda, el cosquilleo en el estómago volverá a los aficionados. No sé lo que pasará, pero yo mañana, por si acaso, no me pierdo el partido.