jueves, 24 de mayo de 2007

Con 'V' de victoria...y de vendetta

El Milán ganó ayer la Liga de Campeones; lo hizo ante el Liverpool (2-1), en lo que va a pasar a la historia como una vendetta tras la derrota de hace dos años en Estambul; y lo ha hecho en la temporada en la que menos se esperaba -al menos en el inicio del torneo-. El escándalo que salpicó al fútbol italiano a finales de la temporada pasada parece haber reforzado más que nunca el orgullo transalpino. Campeones del Mundo de selecciones y un representante de su país en lo más alto del fútbol europeo. No son maestros del tiki-taka, ni adalides del fútbol ofensivo, pero tienen un sentido práctico atroz que les convierte en híper competitivos en las grandes citas. No disfrutaron de grandes ocasiones, no avasallaron la portería de Pepe Reina, pero supieron hacer daño en los momentos oportunos: al final de la primera parte y en los minutos finales del choque, cuando los reds parecían apretar y garantizándose así que un postrero tanto inglés no daría al traste con el título -como terminó ocurriendo-.
Me decepcionó el Liverpool y, sobre todo, Rafa Benítez, que expuso un planteamiento perdedor, con Kuyt como único delantero y sin Crouch, el único hombre que podía sacar del guión establecido a la defensa de Ancelotti; también Xabi Alonso, que demostró estar a años luz de Andrea Pirlo, en mi opinión, el mejor mediocentro puro del mundo;
y me alegré, sobre todo, por Paolo Maldini, al que bien podrían premiar con algún galardón esta campaña; Clarence Seedorf, un trotamundos del fútbol que nunca ha perdido el hambre por la victoria; y Filippo Inzaghi, ese tipo de delantero que en nada es el mejor, pero tiene de todo, sobre todo olfato goleador e instinto en el área. Por eso los seguidores rossoneri clamaban por su titularidad en la final, por encima de los entendidos en la materia y ex futbolistas, que preferían a Gilardino.

martes, 22 de mayo de 2007

Romario, un goleador escandaloso

¡Aleluya! Por fin Romario alcanzó el gol mil de su carrera. O al menos eso dicen sus cuentas, porque la FIFA ya se ha apresurado a deslegitimar dicha cifra. En cualquier caso, independientemente de la veracidad de los datos, lo que nadie duda es que el delantero brasileño se ha ganado con creces un puesto entre los mejores futbolistas de la historia. Después de cuatro intentos fracasados, el domingo 20 de mayo de 2007 pasará a la historia. La hora, las 19 horas y 19 minutos; el escenario, el estadio Sao Januario del Vasco da Gama. Lo marcó de penalti, como Pelé, a los dos minutos de la segunda parte. Ejecutó la pena máxima con la frialdad y tranquilidad que siempre le caracterizó, la misma con la que fulminaba a los defensas con sus inigualables regates o burlaba las salidas de los guardametas con sus magistrales vasilenas. Allí estaban los suyos para celebrarlo.
Su madre, Doña Lita, a quien le dio la camiseta y un fuerte y largo abrazo, su padre, su tercera esposa, Isabella. Le regaló el balón del gol 1.000 a su hijo Romarinho y se abrazó a sus seis hijos, incluyendo la pequeña Ivy, portadora del síndrome de Down.
‘Baixinho’ lo tiene claro. Lloró de emoción al alcanzar el momento más importante de su carrera. Se cree el Dios del gol, pero los estamentos oficiales no le reconocen sus registros.
Lo cierto es que a Romario le ha acompañado la polémica a lo largo de su carrera y tiene visos de que así será hasta el momento de su retirada. Para el astro carioca, los mil goles ya son un hecho; para la FIFA, que sólo contabiliza los partidos oficiales, llevaría un total de 928, con lo que estaría a 72 dianas de alcanzar las cuatro cifras en lo que a tantos se refiere, algo que, según las estadísticas que maneja la FIFA, sólo ha sido alcanzado y superado por Pelé, que anotó 1.281 goles en 1.363 partidos. Los seguidores de Romario están que trinan, los puristas del fútbol, hartos de la parafernalia que acompaña siempre al habilidoso delantero. Y es que hay datos que confirman que Romario se apuntó dos goles en un partido amistoso ante el Parma que, extrañamente, acabó 0-0; además, el astro cuenta 9 goles que al parecer anotó con el PSV en partidos que no aparecen ni en el libro oficial del club holandés -entre ellos, dos goles en un amistoso 'fantasma' ante el Barça en 1992-. Más motivos para la desconfianza. Además de ser un goleador, Romario se ha carecterizado siempre por ser un jugador polémico.
Sus goles eran tan famosos como sus salidas nocturnas, necesarias e imprescindibles, según él para rendir al máximo sobre el terreno de juego. Como jugador del Barcelona, le cayeron cuatro partidos tras un puñetazo a Simeone en un Sevilla-Barça. En el Fluminense, le soltó una bofetada a su compañero Andrei, y durante un entrenamiento agredió a un hincha que le estaba increpando en la grada. Su paso por el Valencia también acabó en desastre tras su enfrentamiento en un entrenamiento con Luis Aragonés, que le espetó aquello de "Míreme a la carita" después de que Romario llegase 'tocado' a ejercitarse. A la pregunta de qué opinaban sus compañeros de que saliese tanto, Romario contestó con un "que se jodan". Pero Romario amenaza con seguir haciendo ruido. "Aún no pienso en retirarme. He realizado un sueño pero tengo otros objetivos. Quiero parar como el segundo mayor pichichi de la Liga brasileña".

Los 1000 goles, según Romario
Vasco de Gama: 322 (1985-1988, 1999-2002, 2005-2006, 2007)
PSV Eindhoven: 165 (1988-1993)
FC Barcelona: 53 (1993-1995)
Flamengo: 204 (1995-1996,1996-1997,1998-1999)
Valencia: 14 (1996,1997-1998)
Fluminense: 48 (2001-2004)
Al Saad (Qatar): 0 (2004)
Miami FC: 22 (2006)
Adelaida United : 1 (2006)
Con la selección de Brasil: 71 goles
Antes de ser profesional: 77 goles
En amistosos varios: 21 goles

lunes, 21 de mayo de 2007

Cuestión de corazón

Hay veces en la vida en las que la perseverancia, el esfuerzo, la tenacidad y el corazón pueden más que el talento o las aptitudes para realizar alguna actividad; hay momentos puntuales en los que todo se pone de cara, en los que el viento sopla a tu favor. Por mucho que los demás crean que no eres capaz de lograrlo, hay algo dentro de ti que te empuja a creer lo contrario, que te hace más fuerte ante las críticas, que te impulsa a levantarte ante los contratiempos. El Real Madrid se encuentra ahora mismo en plena efervescencia de dicho estado psico-emocional, por lo que, ahora mismo, se me antoja complicado esperar un tropiezo suyo que le permita al Barcelona reconquistar un liderato que ha tenido en la mano durante la casi totalidad del campeonato liguero.

La galaxia culé dejó escapar su gran oportunidad ante el Betis y ahora apela al orgullo para poner las cosas en su sitio y no irse de vacío en una año en el que llegaron a soñar con el famoso trébol. Un orgullo que le faltó al Atlético de Madrid ayer. Vergonzoso el espectáculo de un equipo que, probablemente, acceda a la Copa de la UEFA, pero que roció un manchón difícil de borrar en la elástica rojiblanca.
Agazapados por si los dos grandes fallan continúan el Sevilla y el Valencia. Admirable el rendimiento de los andaluces, capaces de sacar fuerzas de donde no las hay para remontar en los últimos siete minutos el tanto inicial del Deportivo, cuando lo más cómodo hubiera sido perder, achacarlo al cansancio físico tras la final de la UEFA y la posterior celebración, y centrarse en la otra final que le resta, la de la Copa del Rey. Pero Del Nido, Juande, Monchi y los jugadores no están dispuestos a frenar la euforia. Van a por todas, y con todas las consecuencias. Son talibanes de la victoria y prefieren correr el riesgo de que la bomba les explote en las manos a morir sin intentar cumplir sus fines.

domingo, 20 de mayo de 2007

La Liga, en juego

Me gusta el mes de mayo. No suele hacer ni mucho frío, ni mucho calor, pero el sol te acompaña habitualmente; ves de cerca las vacaciones y en el mundo del deporte siempre hay algo en juego. Y claro, no es lo mismo salir a pasearse que competir duro para que se cumplan los objetivos marcados en otoño. Los hay de todos los colores y para todos los gustos. Tenis (temporada de tierra batida, con Nadal y Federer mano a mano), baloncesto (los play off de la ACB), ciclismo (Giro de Italia), motociclismo, fórmula uno...y, como no, fútbol. En las próximas cuatro semanas se va a dilucidar el campeón de Liga. Real Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia son las candidatos. Ahora más que nunca es cuando se va a comprobar quién domina mejor el factor psicológico, tan importante en los últimos años, desde que el deporte rey se ha mediatizado tanto. Se produce un cambio de roles. El equipo de Rijkaard, tan acostumbrado a asumir el papel de favorito, ya no depende de sí mismo. Es como si a falta de una vuelta para el final de un Gran Premio, la Yamaha de Rossi (el Barça) le hubiera cedido el liderato a la Ducati de Stoner (el Real Madrid). Ahora es el bloque de Capello el que tiene que tirar fuerte, aguantar la presión y hacerse con el título. A la expectativa, el Sevilla, un Jorge Lorenzo que habría subido a la categoría reina después de demostrar su hegemonía en el cuarto de litro (los equipos medianos). Y el cuarto en discordia sería el Valencia, el murciélago que acecha para probar la luz únicamente en el momento oportuno, el de recoger la Copa. Se avecina una jornada vibrante en la que hasta tres equipos pueden encabezar la tabla clasificatoria en apenas seis horas. Si el Sevilla gana en Riazor, metería presión al Real Madrid. Un empate merengue en Huelva le devolvería la posición de privilegio, pero una victoria posterior del Barcelona en el Vicente Calderón le permitiría recuperar el liderato. Los pronósticos están muy abiertos. Los forofos siempre ven en vaso medio lleno para su equipo y medio vacío en el oponente. Yo apuesto porque ni Sevilla ni Real Madrid van a fallar; el Barcelona es ahora mismo una incógnita, como lo era el actual líder hace unos meses, pero aún así, si tuviera que decantarme por algo, diría que conseguirán también los tres puntos ante el Atlético.

jueves, 17 de mayo de 2007

La pegada de un equipo grande; la suerte del campeón

El Sevilla logró ayer su segunda Copa de la UEFA consecutiva. Lo hizo en la primera final española de la competición, ante el Espanyol, y gracias, sobre todo, a la enorme actuación de Andrés Palop, el 'Superman' valenciano que ha adoptado con naturalidad el rol de héroe en la película que está protagonizando estas últimas temporadas el conjunto sevillano. Admirable el esfuerzo periquito por mantenerse en el encuentro después de jugar más de setenta minutos en inferioridad numérica, con prórroga incluida; hasta que Moisés Hurtado fue expulsado, el cuadro catalán dominó al considerado por muchos como el equipo en mejor forma del continente.
Fue entonces cuando Juande y sus gladiadores mostraron la lectura que yo rescato -y destaco- del encuentro, más allá del título conseguido. Y es que los aires de grandeza que desprende su peculiar presidente, José María Del Nido, empiezan a transformarse indiscutiblemente en grandeza de equipo, en solidez como conjunto, en madurez competitiva, en garantía de éxito... y en suerte de campeón. Empezaron perdiendo, lograron darle la vuelta al marcador con la pegada que se le suele atribuir a Real Madrid o Barcelona y la diosa fortuna se alió con ellos desde los siete metros después de recibir un severo bofetón de la mano de Jonatas. Ahora les queda la Liga y la Copa del Rey. Ambición les sobra para lograrlo; a lo mejor lo que le faltan son fuerzas.

martes, 15 de mayo de 2007

Minutos de oro de la Liga

Todos los años tienen lugar momentos claves dentro de la temporada. Acciones que terminan de decantar la balanza a favor de alguno de los contendientes inmersos en la Liga. Expulsiones, lesiones o goles que permanecen en la memoria de los aficionados y que cuando finaliza la competición todo el mundo echa la vista atrás y recurre inexcusablemente a ellos para analizar el desenlace definitivo. El fin de semana pasada asistimos a dos de ellos. Primero el sábado, cuando Higuaín acertaba a superar por bajo a Kameni para culminar la remontada del Real Madrid ante el Espanyol y provocar el delirio en las gradas del Santiago Bernabéu; el segundo, el domingo, cuando el bético Sobis silenciaba el Camp Nou con el tanto del empate ante el Barcelona. Casualidades de la vida ambos sucesos tuvieron lugar en el minuto 89 de los respectivos encuentros. El torneo ha experimentado un giro de 180º. La emoción, la tensión, el cosquilleo en el estómago vuelve a aparecer en los aficionados al fútbol después de la dictadura culé durante estas últimas campañas. Sevillistas, valencianistas y, sobre todo, madridistas, sueñan con alcanzar la gloria. Kanouté, Silva, Raúl, Adriano, Sergio Ramos o Villa quieren su minuto de oro en la Liga. Higuaín y Sobis ya tuvieron el suyo.

domingo, 13 de mayo de 2007

Ponga un '2' en su quiniela


Agitada jornada de fútbol dominical. Partidos con mucho en juego. Ni maletines ni nada. No hay motivación mayor a estas alturas de campeonato que lograr los objetivos marcados en agosto, sobre todo porque suelen conllevar alguna gratificación económica. Son semanas en los que los amantes de las quinielas lo tienen crudo para acertar. Las variantes van y vienen, como el Guadiana. Esta vez se han dado hasta cinco victorias visitantes en Primera. Madrid y Sevilla lograron amarrar los puntos como local. Ni el Barcelona ha podido escaparse a esta jornada de locos. La Real Sociedad se aferra con fuerza a Primera (1-3 en casa del Nàstic), el Villarreal no se quiere desenganchar de la zona UEFA (1-4 al Osasuna), el Mallorca aspira a respirar tranquilo en la zona media hasta final de temporada (0-2 en El Sardinero) y el Atlético de Madrid sigue demostrando que es imprevisible, capaz de lo mejor y de lo peor. Hoy le tocó cara y goleó a un Getafe (1-4) más centrado a partir de ahora en culminar su gesta copera en la gran final. Lo dicho, ponga un '2' en su quiniela.

Los sueños, sueños son

Ya lo dijo Segismundo en el soliloquio que Pedro Calderón de la Barca escribió dentro de su obra La vida es sueño, posiblemente el soliloquio más famoso del drama español: "Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando. (...) Sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. (...) ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".
Pues a esos sueños que pregonaba Calderón se aferra ahora con fuerza otro Calderón, Ramón, el presidente del Real Madrid, que ayer volvió a presenciar un nuevo episodio épico de su equipo. Visitaba el Santiago Bernabéu el Espanyol, más pendiente de la final de la UEFA ante el Sevilla que de ayudar a su 'amigo' Barcelona en la lucha que mantiene con los merengues por el título liguero. Todo apuntaba a una cómoda victoria para la escuadra de Capello, pero se coló un artillero despistado que sacó su 'rifle' a relucir para colocar un sorprendente 1-3 al descanso. Pandiani quería convencer a Valverde de que tenía un sitio en el once de Glasgow y qué mejor forma de hacerlo que con goles. Nada más y nada menos que un hat trick del argentino para dejar en silencio el coliseo de Chamartín. Se necesitaba un cambio radical y el técnico italiano volvió a jugársela dejando en el banquillo tras el descanso a Guti y Cicinho para dar entrada a Reyes y Helguera. El '14', revulsivo ante el Sevilla, volvió a darle la razón a aquéllos que piensan que es una estrella de los últimos treinta minutos de los partidos, pero un simple eslabón más de la cadena cuando sale de titular. Se fue el talento, pero apareció la casta, el coraje, el sacrificio, la unión; el llamado 'espíritu de Juanito', encarnado en la figura de Raúl. Y llegó la remontada. Ya se sabe, la fe mueve montañas y el Real Madrid ya ha movido algunas estas últimas semanas. El propio Raúl, Reyes e Higuaín lograron los goles del penúltimo milagro; los que sirven para alzarles al liderato. La patata caliente está ahora en manos del Barcelona, hasta el momento el rey que manda, dispone y gobierna en la Liga. Ahora sólo falta saber si, como decía Segismundo, lo suyo también es un engaño.

miércoles, 9 de mayo de 2007

De casta le viene al galgo

La selección española sub'17 se juega mañana ante Bélgica el pase a la final del Europeo. Una nueva saga de imberbes talentos amenaza con añadir un nuevo título a las vitrinas de una Federación, la de fútbol, que de los 'mayores', tanto directivos como futbolistas, sólo acumula decepciones. Siempre ocurre lo mismo. Somos los mejores en los escalafones inferiores, pero después esas estrellas del futuro se desvanecen en medio de la constelación de extranjeros que desembarcan en nuestra Liga. Por eso son cada vez más frecuentes los casos en los que chicos de 14, 15 o 16 años deciden 'hacer las inglesas' y crecer a la sombra de un entrenador que confíe en ellos, que les mime y les enseñe. Su destino es, inexcusablemente, la Premier. Ahí tenemos los casos de Cesc, Fran Mérida, Gerard Piqué o Sergio Tejera. También ocurre algo curioso en este tipo de combinados. Si el fútbol tiene una proporción de genética, en la sub-17 hay cuatro casos que lo atestiguan. Son los de Bojan, Aquino, Camacho y De Gea, hijos de futbolistas de mayor o menor nivel pero que desde jóvenes les sirvieron de espejo. Ahora luchan por ser como ellos. Y alguno lo logrará. Tener un espejo donde mirarse. Eso es lo que muchos de los hijos quieren de sus padres, que les marquen la pauta, que les indiquen el camino a seguir y que disfruten viendo cómo sus hijos están cerca de emularles. El caso más llamativo es el de Dani Aquino. Su padre, el internacional argentino Toro Aquino, fue un delantero rápido y goleador de Rayo, Albacete, Betis y Murcia y su paso por España trajo consigo una relación de la que Dani es descendiente. El padre de Bojan Krkic, por su parte, fue un peligroso extremo curtido en el Estrella Roja y OFK y que tras su breve paso por la Segunda con el Mollerussa se quedó en España para siempre. Y gracias, porque su hijo va para figura mundial y defiende la roja con gran éxito. Pero si hay dos jugadores que están destacando en este Europeo de Bélgica son De Gea y Camacho. El padre del primero fue guardameta del Getafe a finales de los 80, también en Segunda División. La saga Camacho, a su vez, tiene a Ignacio como último eslabón. Mediocentro de calidad y fuerza, el atlético siempre se fijó en Juan José, su padre, ex futbolista de Zaragoza y Valladolid.