martes, 17 de abril de 2007

¿Víctimas o verdugos?


La última jornada de Liga nos ha vuelto a dejar un nuevo escándalo arbitral en la Liga. Los polémicos veinte últimos minutos del Racing-Real Madrid, en los que Turienzo Álvarez señaló dos penaltis en contra de los de Capello y además expulsó a Iván Helguera y Álvaro Mejía han vuelto a encender una mecha que prende con demasiada facilidad: la del ataque furibundo hacia un colectivo que está tomando demasiado protagonismo en la última década. ¿Son víctimas o son verdugos? Esa es la gran pregunta.
Hay quienes dicen que los equipos grandes sólo se quejan de ellos cuando les perjudican, pero que cuando se ven favorecidos no dicen ni mú; que intentan justificar sus fracasos deportivos atacando al más débil para defenderse de su exasperada masa social, harta de ver, escuchar y leer mensajes de grandeza y no recibir a cambio lo que necesita: esos triunfos de su equipo que les evadan un poco del crudo día a día en su mil eurista vida; otros, sin embargo, consideran que los hombres de negro están decididos a no pasar desapercibidos una vez que se han dado cuenta del negocio en el que se ha convertido el deporte rey en España.
Se preocupan más de sacar tajada de la 'tarta televisiva', de llevar publicidad en la indumentaria, de salir bien en la foto y de meter cuello en algún anuncio de la caja tonta que de dedicarse a realizar su trabajo lo más honrosamente posible, sin beneficiar ni perjudicar a nadie, ciñéndose al reglamento y aplicando el sentido común para conducir un evento de tal índole. Y en medio de todo, la prensa deportiva nacional, que alimenta el debate en función de su intereses y que encuentra en tipos como Mijatovic ("Hay una mano negra") o Iturralde González ("Igual pierden la Liga por no traer a Kaká") los magníficos parapetos que le sirven para saciar sus filias y fobias e intentar manejar a la opinión pública. ¿Qué ocurre? Que algunos no saben diferenciar realidad de ficción y se dedican a amenazar telefónicamente a las personas, a realizar pintadas dantescas o a tirar piedras contra coches y autobuses. Y entonces es cuando todos eluden el papel de verdugos... y demandan el de víctimas.

No hay comentarios: