lunes, 11 de junio de 2007

Maletines, bolsas de basura y paraísos fiscales

Siempre que se aproxima el verano, cuando el calor comienza a apretar y la gente prepara sus chanclas y sus toallas para aprovecharlas cada vez que tiene tiempo, en el mundo del fútbol saltan a la palestra elementos tales como los maletines o las bolsas de basura. Es algo que no falla. Se trata de una cadena cíclica que termina entre los meses de mayo y junio, haciendo las veces de pagas extra para muchos profesionales del balompié -por si no tuvieran suficiente con el sueldecillo que tienen-. En el interior de esos elementos se encuentra una prima, pero no ese familiar al que ves de cuando en cuando para contarle cómo te va la vida, sino un montoncillo de billetes juntos -en la mayoría de los casos de 500 euros, esos Bin Laden que la mayoría de españoles conocemos pero casi ninguno los vemos habitualmente- a repartir entre los miembros de una plantilla. Ocurre en todas y cada una de las categorías, en mayor o menor escala, y se ofrecen para extra motivar a los rivales de los competidores directos por el objetivo que tú persigues. Se supone que dicho incentivo es ilegal, pero todo el mundo lo ejerce porque al fin y al cabo tarde o temprano vas a salir beneficiado de dicho juego. Este fin de semana el interesado va a ser el Mallorca, que debe aguarle la fiesta al Real Madrid. Leo Messi, del Barcelona, ya se ha apresurado a espolear a sus directivos para que incentiven a los baleares. Incluso tendrían un buen intermediario en la figura de otro argentino, Maxi López, ex blaugrana ¿Debería legalizarse? ¿Es ético ejercer dichas maniobras? El debate se abre todos los años, dura un mes y vuelve a difuminarse. Son las corrientes de opinión. ¡Qué vamos a hacerle! Yo lo tengo claro. Que cada uno haga lo que quiera con su dinero, pero que se sepa todo con pelos y señales. Sobre todo, para que esa afición que ha visto arrastrarse a sus jugadores durante varios encuentros sepan el motivo por el que misteriosamente ahora esas mismos hombres corren como cosacos como si les hubieran inyectado vitaminas; para que los seguidores más ultras, los que no cenan tras la derrota de su equipo, se den cuenta de una vez por todas de que el fútbol no es más que un deporte lleno de profesionales, que en su mayoría terminan por desconectar del terreno de juego con el pitido final para no saturarse, que los besos en los escudos son en un 90% de los casos gestos para la galería, marcados por la moda o la tradición. Ahora, como todo se ha vuelto más vox populi, la moda es olvidarse de los maletines y las bolsas de basuras, apuntar un número de cuenta y recoger las ganancias en un banco ubicado en cualquier paraíso fiscal del mundo. Para que todo sea lo más 'limpio' posible.

domingo, 10 de junio de 2007

Dios es madridista...esta temporada

Llegan al cielo. La miran pero no la tocan, por eso de la superstición. El Real Madrid roza la Liga. Cuatro años en blanco son demasiados. Y pueden terminar gracias a un minuto. ¡Qué paradoja! Menos aún: dieciocho segundos. Los que separaron el gol de Van Nistelroy que significaba el empate a dos del equipo de Capello en La Romareda con el gol de Tamudo, el Raúl espanyolista, en el Camp Nou. Otro empate a dos. ¡Pero qué empates! Hacía tiempo, mucho tiempo, que no se veía algo igual en el fútbol español. Quizás desde aquel fatídico penalti de Djukic ante el Valencia. El Real Madrid, siempre a remoque, contracorriente, como está acostumbrado a nadar en los últimos tiempos, y con fuerte marejada en las últimas jornadas diría yo.

Un penalti riguroso, pero existente; un rival necesitado y con un estilo totalmente antagónico al suyo; Buenas noticias desde Barcelona: marca Tamudo; malas noticias en Zaragoza: marca Diego Milito -¡qué jugadorazo!- El Sevilla puede engancharse a la Liga, pero no lo hace. Messi le da la vuelta al marcador con polémica. La pulga termina de completar su repertorio maradoniano e imita al pelusa con un gol con la mano que sólo no ven Rodríguez Santiago y su asistente y significa el empate. Luego vuelve a la normalidad y demuestra por qué es el principal candidato a ocupar el trono del fútbol mundial en la próxima década. La Liga se tiñe de blaugrana. Van Nistelroy empata y Milito le da la réplica en la encarnizada lucha que mantienen ambos por el Pichichi. El sueño madridista se esfuma. Era demasiado bonito para ser verdad. No se puede ganar con el estilo de Capello; no sería justo, pensarían muchos. Se les acabó la suerte, pensarían otros. El Madrid apretaba a base de fuerza, corazón, espíritu, tesón, tenacidad, confianza. Adjetivos que nunca tuvo el Barcelona porque no le hacía falta -tenía calidad, magia, velocidad, verticalidad, precisión-, pero que en este tramo final de competición iban a resultar fundamentales ante la palpable falta de unión en el vestuario culé. San Pedro abrió las puertas del cielo y se encontró de frente a Laporta, Rijkaard y Ronaldinho. Marcó el Real Madrid, volvió a cerrar las puertas y Dios se vistió de Tamudo. Un minuto después los que estaban frente a las puertas del cielo eran Calderón, Capello y Van Nistelroy. Bueno, y Raúl, y Mijatovic, y Ramos, y Beckham...Esas puertas permanecerán abiertas una semana. El tiempo necesario para que los blancos terminen de dar el paso que les separa de la gloria.

Pero no sólo hubo fútbol en tres escenarios. La penúltima jornada de Liga nos deja también la salvación matemática del Levante, después de golear sospechosamente al Valencia; la resurrección de un Celta al que muchos daban por muerto, pero al que el Atlético, ¡cómo no!, le brindó la oportunidad de seguir soñando con la permanencia, y el vergonzoso espectáculo vivido en el Ruiz de Lopera, donde el Betis perdió 0-5 con el Osasuna y varios aficionados terminaron invadiendo el terreno de juego. Así las cosas, y tras el empate a cero de la Real Sociedad -con penalti fallado por Savio incluido- y la victoria del Villarreal sobre el Athletic, los equipos vascos, el Betis y el Celta se disputarán las dos últimas plazas de Segunda.

viernes, 8 de junio de 2007

Se busca campeón de Liga

Sábado 9 de junio de 2007. 21 horas. El balón comienza a rodar en ocho de los terrenos de juego de la Liga española de Primera División. La Liga en juego. Bueno, la Liga, las plazas para la Copa de la UEFA y las plazas de descenso, excepto la de un Nástic desahuciado desde hace mucho tiempo. Todo apunta a que durante las dos horas siguientes todo, o casi todo, quedará visto para sentencia. Por arriba, el Real Madrid necesita vencer en La Romareda; el Barcelona y el Sevilla, cumplir con sus compromisos y esperar al tropiezo blanco; los de Capello ya han ganado la primera batalla, la psicológica, al confirmarse la presencia de Beckham, hombre clave en él últimos mes, y la no presencia de Ronaldinho, estandarte del Barcelona en estos últimos años. Pero no son los únicos duelos en los que se vivirá con el corazón en un puño. El Atlético de Madrid debe romper con su gafe en el Calderón ante un Celta al borde del abismo; el Betis intentará acabar con el fantasma de Villar ante un Osasuna decidido a echarle una mano a sus 'hermanos' vascos, Real Sociedad y Athletic de Bilbao, inmersos en la lucha por evitar el descenso a Segunda División; y el Levante quiere dar otro paso más hacia la salvación gracias a sus vecinos del Valencia. Por jornadas como estas merece la pena tragarse seis o siete meses de fútbol infumable; aguantar la envidia de ver cómo las ligas extranjeras nos superan en actitud, calidad y competitidad; o ver cómo la selección sigue su proceso de despersonalización. Por cierto, me pareció lamentable la imagen de Puyol y Xavi con las medias dobladas para no mostrar los colores de la selección y más lamentable aún el circo que algunos están montando alrededor de una posible letra para el himno nacional.

viernes, 1 de junio de 2007

Savia nueva; ilusión renovada

Hace justamente un año, en la previa de la Eurocopa, escribí un artículo en el que hablaba de las sensaciones que despierta la selección española momentos antes de acometer un cita trascendental. Hay muchos que asocian a la Roja políticamente y quieren que pierda sólo por eso; otros no soportan al seleccionador, y por eso también quieren que pierda.
Yo no puedo evitarlo; Me gusta la selección; y más cuando existen caras nuevas, como Soldado o Luis García. Cada vez que veo alineaciones de los sub'21 o sub'19 estoy más convencido de que entre 2008 y 2010 España va a lograr algo grande (un título, o al menos llegar a una final). Tiene una columna vertebral de jugadores con condiciones de estrella (Casillas, Sergio Ramos, Cesc, Iniesta, Fernando Torres). Ya hay que olvidarse de Cañizares, Puyol, Albelda, Raúl, Morientes y cía. Hace falta otros que tiren del carro. Y savia nueva que aporte ilusión, que su máxima aspiración sea llegar a la selección, que se muestre orgullosa de ello y que tenga hambre de triunfo. Se había entrado en una dinámica en la que los hombres de Luis Aragonés estaban más pendientes de las críticas que de jugar, se escaqueaban cada vez que podían de las convocatorias y la selección era más una carga que una satisfacción o un premio. Después de un inicio de fase de clasificación desastroso, España ya no puede fallar más.
Letonia y Lietchenstein son buenos rivales no sólo para ganar, sino para enganchar al aficionado medio, al que sólo le interesa la selección cuando golea o despliega un fútbol espectacular. Si Soldado hace un hat-trick, si Iniesta o Cesc se inventan pases de bandera o si Silva y Joaquín se visten de Messi por la banda, el cosquilleo en el estómago volverá a los aficionados. No sé lo que pasará, pero yo mañana, por si acaso, no me pierdo el partido.

jueves, 24 de mayo de 2007

Con 'V' de victoria...y de vendetta

El Milán ganó ayer la Liga de Campeones; lo hizo ante el Liverpool (2-1), en lo que va a pasar a la historia como una vendetta tras la derrota de hace dos años en Estambul; y lo ha hecho en la temporada en la que menos se esperaba -al menos en el inicio del torneo-. El escándalo que salpicó al fútbol italiano a finales de la temporada pasada parece haber reforzado más que nunca el orgullo transalpino. Campeones del Mundo de selecciones y un representante de su país en lo más alto del fútbol europeo. No son maestros del tiki-taka, ni adalides del fútbol ofensivo, pero tienen un sentido práctico atroz que les convierte en híper competitivos en las grandes citas. No disfrutaron de grandes ocasiones, no avasallaron la portería de Pepe Reina, pero supieron hacer daño en los momentos oportunos: al final de la primera parte y en los minutos finales del choque, cuando los reds parecían apretar y garantizándose así que un postrero tanto inglés no daría al traste con el título -como terminó ocurriendo-.
Me decepcionó el Liverpool y, sobre todo, Rafa Benítez, que expuso un planteamiento perdedor, con Kuyt como único delantero y sin Crouch, el único hombre que podía sacar del guión establecido a la defensa de Ancelotti; también Xabi Alonso, que demostró estar a años luz de Andrea Pirlo, en mi opinión, el mejor mediocentro puro del mundo;
y me alegré, sobre todo, por Paolo Maldini, al que bien podrían premiar con algún galardón esta campaña; Clarence Seedorf, un trotamundos del fútbol que nunca ha perdido el hambre por la victoria; y Filippo Inzaghi, ese tipo de delantero que en nada es el mejor, pero tiene de todo, sobre todo olfato goleador e instinto en el área. Por eso los seguidores rossoneri clamaban por su titularidad en la final, por encima de los entendidos en la materia y ex futbolistas, que preferían a Gilardino.

martes, 22 de mayo de 2007

Romario, un goleador escandaloso

¡Aleluya! Por fin Romario alcanzó el gol mil de su carrera. O al menos eso dicen sus cuentas, porque la FIFA ya se ha apresurado a deslegitimar dicha cifra. En cualquier caso, independientemente de la veracidad de los datos, lo que nadie duda es que el delantero brasileño se ha ganado con creces un puesto entre los mejores futbolistas de la historia. Después de cuatro intentos fracasados, el domingo 20 de mayo de 2007 pasará a la historia. La hora, las 19 horas y 19 minutos; el escenario, el estadio Sao Januario del Vasco da Gama. Lo marcó de penalti, como Pelé, a los dos minutos de la segunda parte. Ejecutó la pena máxima con la frialdad y tranquilidad que siempre le caracterizó, la misma con la que fulminaba a los defensas con sus inigualables regates o burlaba las salidas de los guardametas con sus magistrales vasilenas. Allí estaban los suyos para celebrarlo.
Su madre, Doña Lita, a quien le dio la camiseta y un fuerte y largo abrazo, su padre, su tercera esposa, Isabella. Le regaló el balón del gol 1.000 a su hijo Romarinho y se abrazó a sus seis hijos, incluyendo la pequeña Ivy, portadora del síndrome de Down.
‘Baixinho’ lo tiene claro. Lloró de emoción al alcanzar el momento más importante de su carrera. Se cree el Dios del gol, pero los estamentos oficiales no le reconocen sus registros.
Lo cierto es que a Romario le ha acompañado la polémica a lo largo de su carrera y tiene visos de que así será hasta el momento de su retirada. Para el astro carioca, los mil goles ya son un hecho; para la FIFA, que sólo contabiliza los partidos oficiales, llevaría un total de 928, con lo que estaría a 72 dianas de alcanzar las cuatro cifras en lo que a tantos se refiere, algo que, según las estadísticas que maneja la FIFA, sólo ha sido alcanzado y superado por Pelé, que anotó 1.281 goles en 1.363 partidos. Los seguidores de Romario están que trinan, los puristas del fútbol, hartos de la parafernalia que acompaña siempre al habilidoso delantero. Y es que hay datos que confirman que Romario se apuntó dos goles en un partido amistoso ante el Parma que, extrañamente, acabó 0-0; además, el astro cuenta 9 goles que al parecer anotó con el PSV en partidos que no aparecen ni en el libro oficial del club holandés -entre ellos, dos goles en un amistoso 'fantasma' ante el Barça en 1992-. Más motivos para la desconfianza. Además de ser un goleador, Romario se ha carecterizado siempre por ser un jugador polémico.
Sus goles eran tan famosos como sus salidas nocturnas, necesarias e imprescindibles, según él para rendir al máximo sobre el terreno de juego. Como jugador del Barcelona, le cayeron cuatro partidos tras un puñetazo a Simeone en un Sevilla-Barça. En el Fluminense, le soltó una bofetada a su compañero Andrei, y durante un entrenamiento agredió a un hincha que le estaba increpando en la grada. Su paso por el Valencia también acabó en desastre tras su enfrentamiento en un entrenamiento con Luis Aragonés, que le espetó aquello de "Míreme a la carita" después de que Romario llegase 'tocado' a ejercitarse. A la pregunta de qué opinaban sus compañeros de que saliese tanto, Romario contestó con un "que se jodan". Pero Romario amenaza con seguir haciendo ruido. "Aún no pienso en retirarme. He realizado un sueño pero tengo otros objetivos. Quiero parar como el segundo mayor pichichi de la Liga brasileña".

Los 1000 goles, según Romario
Vasco de Gama: 322 (1985-1988, 1999-2002, 2005-2006, 2007)
PSV Eindhoven: 165 (1988-1993)
FC Barcelona: 53 (1993-1995)
Flamengo: 204 (1995-1996,1996-1997,1998-1999)
Valencia: 14 (1996,1997-1998)
Fluminense: 48 (2001-2004)
Al Saad (Qatar): 0 (2004)
Miami FC: 22 (2006)
Adelaida United : 1 (2006)
Con la selección de Brasil: 71 goles
Antes de ser profesional: 77 goles
En amistosos varios: 21 goles

lunes, 21 de mayo de 2007

Cuestión de corazón

Hay veces en la vida en las que la perseverancia, el esfuerzo, la tenacidad y el corazón pueden más que el talento o las aptitudes para realizar alguna actividad; hay momentos puntuales en los que todo se pone de cara, en los que el viento sopla a tu favor. Por mucho que los demás crean que no eres capaz de lograrlo, hay algo dentro de ti que te empuja a creer lo contrario, que te hace más fuerte ante las críticas, que te impulsa a levantarte ante los contratiempos. El Real Madrid se encuentra ahora mismo en plena efervescencia de dicho estado psico-emocional, por lo que, ahora mismo, se me antoja complicado esperar un tropiezo suyo que le permita al Barcelona reconquistar un liderato que ha tenido en la mano durante la casi totalidad del campeonato liguero.

La galaxia culé dejó escapar su gran oportunidad ante el Betis y ahora apela al orgullo para poner las cosas en su sitio y no irse de vacío en una año en el que llegaron a soñar con el famoso trébol. Un orgullo que le faltó al Atlético de Madrid ayer. Vergonzoso el espectáculo de un equipo que, probablemente, acceda a la Copa de la UEFA, pero que roció un manchón difícil de borrar en la elástica rojiblanca.
Agazapados por si los dos grandes fallan continúan el Sevilla y el Valencia. Admirable el rendimiento de los andaluces, capaces de sacar fuerzas de donde no las hay para remontar en los últimos siete minutos el tanto inicial del Deportivo, cuando lo más cómodo hubiera sido perder, achacarlo al cansancio físico tras la final de la UEFA y la posterior celebración, y centrarse en la otra final que le resta, la de la Copa del Rey. Pero Del Nido, Juande, Monchi y los jugadores no están dispuestos a frenar la euforia. Van a por todas, y con todas las consecuencias. Son talibanes de la victoria y prefieren correr el riesgo de que la bomba les explote en las manos a morir sin intentar cumplir sus fines.

domingo, 20 de mayo de 2007

La Liga, en juego

Me gusta el mes de mayo. No suele hacer ni mucho frío, ni mucho calor, pero el sol te acompaña habitualmente; ves de cerca las vacaciones y en el mundo del deporte siempre hay algo en juego. Y claro, no es lo mismo salir a pasearse que competir duro para que se cumplan los objetivos marcados en otoño. Los hay de todos los colores y para todos los gustos. Tenis (temporada de tierra batida, con Nadal y Federer mano a mano), baloncesto (los play off de la ACB), ciclismo (Giro de Italia), motociclismo, fórmula uno...y, como no, fútbol. En las próximas cuatro semanas se va a dilucidar el campeón de Liga. Real Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia son las candidatos. Ahora más que nunca es cuando se va a comprobar quién domina mejor el factor psicológico, tan importante en los últimos años, desde que el deporte rey se ha mediatizado tanto. Se produce un cambio de roles. El equipo de Rijkaard, tan acostumbrado a asumir el papel de favorito, ya no depende de sí mismo. Es como si a falta de una vuelta para el final de un Gran Premio, la Yamaha de Rossi (el Barça) le hubiera cedido el liderato a la Ducati de Stoner (el Real Madrid). Ahora es el bloque de Capello el que tiene que tirar fuerte, aguantar la presión y hacerse con el título. A la expectativa, el Sevilla, un Jorge Lorenzo que habría subido a la categoría reina después de demostrar su hegemonía en el cuarto de litro (los equipos medianos). Y el cuarto en discordia sería el Valencia, el murciélago que acecha para probar la luz únicamente en el momento oportuno, el de recoger la Copa. Se avecina una jornada vibrante en la que hasta tres equipos pueden encabezar la tabla clasificatoria en apenas seis horas. Si el Sevilla gana en Riazor, metería presión al Real Madrid. Un empate merengue en Huelva le devolvería la posición de privilegio, pero una victoria posterior del Barcelona en el Vicente Calderón le permitiría recuperar el liderato. Los pronósticos están muy abiertos. Los forofos siempre ven en vaso medio lleno para su equipo y medio vacío en el oponente. Yo apuesto porque ni Sevilla ni Real Madrid van a fallar; el Barcelona es ahora mismo una incógnita, como lo era el actual líder hace unos meses, pero aún así, si tuviera que decantarme por algo, diría que conseguirán también los tres puntos ante el Atlético.

jueves, 17 de mayo de 2007

La pegada de un equipo grande; la suerte del campeón

El Sevilla logró ayer su segunda Copa de la UEFA consecutiva. Lo hizo en la primera final española de la competición, ante el Espanyol, y gracias, sobre todo, a la enorme actuación de Andrés Palop, el 'Superman' valenciano que ha adoptado con naturalidad el rol de héroe en la película que está protagonizando estas últimas temporadas el conjunto sevillano. Admirable el esfuerzo periquito por mantenerse en el encuentro después de jugar más de setenta minutos en inferioridad numérica, con prórroga incluida; hasta que Moisés Hurtado fue expulsado, el cuadro catalán dominó al considerado por muchos como el equipo en mejor forma del continente.
Fue entonces cuando Juande y sus gladiadores mostraron la lectura que yo rescato -y destaco- del encuentro, más allá del título conseguido. Y es que los aires de grandeza que desprende su peculiar presidente, José María Del Nido, empiezan a transformarse indiscutiblemente en grandeza de equipo, en solidez como conjunto, en madurez competitiva, en garantía de éxito... y en suerte de campeón. Empezaron perdiendo, lograron darle la vuelta al marcador con la pegada que se le suele atribuir a Real Madrid o Barcelona y la diosa fortuna se alió con ellos desde los siete metros después de recibir un severo bofetón de la mano de Jonatas. Ahora les queda la Liga y la Copa del Rey. Ambición les sobra para lograrlo; a lo mejor lo que le faltan son fuerzas.

martes, 15 de mayo de 2007

Minutos de oro de la Liga

Todos los años tienen lugar momentos claves dentro de la temporada. Acciones que terminan de decantar la balanza a favor de alguno de los contendientes inmersos en la Liga. Expulsiones, lesiones o goles que permanecen en la memoria de los aficionados y que cuando finaliza la competición todo el mundo echa la vista atrás y recurre inexcusablemente a ellos para analizar el desenlace definitivo. El fin de semana pasada asistimos a dos de ellos. Primero el sábado, cuando Higuaín acertaba a superar por bajo a Kameni para culminar la remontada del Real Madrid ante el Espanyol y provocar el delirio en las gradas del Santiago Bernabéu; el segundo, el domingo, cuando el bético Sobis silenciaba el Camp Nou con el tanto del empate ante el Barcelona. Casualidades de la vida ambos sucesos tuvieron lugar en el minuto 89 de los respectivos encuentros. El torneo ha experimentado un giro de 180º. La emoción, la tensión, el cosquilleo en el estómago vuelve a aparecer en los aficionados al fútbol después de la dictadura culé durante estas últimas campañas. Sevillistas, valencianistas y, sobre todo, madridistas, sueñan con alcanzar la gloria. Kanouté, Silva, Raúl, Adriano, Sergio Ramos o Villa quieren su minuto de oro en la Liga. Higuaín y Sobis ya tuvieron el suyo.

domingo, 13 de mayo de 2007

Ponga un '2' en su quiniela


Agitada jornada de fútbol dominical. Partidos con mucho en juego. Ni maletines ni nada. No hay motivación mayor a estas alturas de campeonato que lograr los objetivos marcados en agosto, sobre todo porque suelen conllevar alguna gratificación económica. Son semanas en los que los amantes de las quinielas lo tienen crudo para acertar. Las variantes van y vienen, como el Guadiana. Esta vez se han dado hasta cinco victorias visitantes en Primera. Madrid y Sevilla lograron amarrar los puntos como local. Ni el Barcelona ha podido escaparse a esta jornada de locos. La Real Sociedad se aferra con fuerza a Primera (1-3 en casa del Nàstic), el Villarreal no se quiere desenganchar de la zona UEFA (1-4 al Osasuna), el Mallorca aspira a respirar tranquilo en la zona media hasta final de temporada (0-2 en El Sardinero) y el Atlético de Madrid sigue demostrando que es imprevisible, capaz de lo mejor y de lo peor. Hoy le tocó cara y goleó a un Getafe (1-4) más centrado a partir de ahora en culminar su gesta copera en la gran final. Lo dicho, ponga un '2' en su quiniela.

Los sueños, sueños son

Ya lo dijo Segismundo en el soliloquio que Pedro Calderón de la Barca escribió dentro de su obra La vida es sueño, posiblemente el soliloquio más famoso del drama español: "Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando. (...) Sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. (...) ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".
Pues a esos sueños que pregonaba Calderón se aferra ahora con fuerza otro Calderón, Ramón, el presidente del Real Madrid, que ayer volvió a presenciar un nuevo episodio épico de su equipo. Visitaba el Santiago Bernabéu el Espanyol, más pendiente de la final de la UEFA ante el Sevilla que de ayudar a su 'amigo' Barcelona en la lucha que mantiene con los merengues por el título liguero. Todo apuntaba a una cómoda victoria para la escuadra de Capello, pero se coló un artillero despistado que sacó su 'rifle' a relucir para colocar un sorprendente 1-3 al descanso. Pandiani quería convencer a Valverde de que tenía un sitio en el once de Glasgow y qué mejor forma de hacerlo que con goles. Nada más y nada menos que un hat trick del argentino para dejar en silencio el coliseo de Chamartín. Se necesitaba un cambio radical y el técnico italiano volvió a jugársela dejando en el banquillo tras el descanso a Guti y Cicinho para dar entrada a Reyes y Helguera. El '14', revulsivo ante el Sevilla, volvió a darle la razón a aquéllos que piensan que es una estrella de los últimos treinta minutos de los partidos, pero un simple eslabón más de la cadena cuando sale de titular. Se fue el talento, pero apareció la casta, el coraje, el sacrificio, la unión; el llamado 'espíritu de Juanito', encarnado en la figura de Raúl. Y llegó la remontada. Ya se sabe, la fe mueve montañas y el Real Madrid ya ha movido algunas estas últimas semanas. El propio Raúl, Reyes e Higuaín lograron los goles del penúltimo milagro; los que sirven para alzarles al liderato. La patata caliente está ahora en manos del Barcelona, hasta el momento el rey que manda, dispone y gobierna en la Liga. Ahora sólo falta saber si, como decía Segismundo, lo suyo también es un engaño.

miércoles, 9 de mayo de 2007

De casta le viene al galgo

La selección española sub'17 se juega mañana ante Bélgica el pase a la final del Europeo. Una nueva saga de imberbes talentos amenaza con añadir un nuevo título a las vitrinas de una Federación, la de fútbol, que de los 'mayores', tanto directivos como futbolistas, sólo acumula decepciones. Siempre ocurre lo mismo. Somos los mejores en los escalafones inferiores, pero después esas estrellas del futuro se desvanecen en medio de la constelación de extranjeros que desembarcan en nuestra Liga. Por eso son cada vez más frecuentes los casos en los que chicos de 14, 15 o 16 años deciden 'hacer las inglesas' y crecer a la sombra de un entrenador que confíe en ellos, que les mime y les enseñe. Su destino es, inexcusablemente, la Premier. Ahí tenemos los casos de Cesc, Fran Mérida, Gerard Piqué o Sergio Tejera. También ocurre algo curioso en este tipo de combinados. Si el fútbol tiene una proporción de genética, en la sub-17 hay cuatro casos que lo atestiguan. Son los de Bojan, Aquino, Camacho y De Gea, hijos de futbolistas de mayor o menor nivel pero que desde jóvenes les sirvieron de espejo. Ahora luchan por ser como ellos. Y alguno lo logrará. Tener un espejo donde mirarse. Eso es lo que muchos de los hijos quieren de sus padres, que les marquen la pauta, que les indiquen el camino a seguir y que disfruten viendo cómo sus hijos están cerca de emularles. El caso más llamativo es el de Dani Aquino. Su padre, el internacional argentino Toro Aquino, fue un delantero rápido y goleador de Rayo, Albacete, Betis y Murcia y su paso por España trajo consigo una relación de la que Dani es descendiente. El padre de Bojan Krkic, por su parte, fue un peligroso extremo curtido en el Estrella Roja y OFK y que tras su breve paso por la Segunda con el Mollerussa se quedó en España para siempre. Y gracias, porque su hijo va para figura mundial y defiende la roja con gran éxito. Pero si hay dos jugadores que están destacando en este Europeo de Bélgica son De Gea y Camacho. El padre del primero fue guardameta del Getafe a finales de los 80, también en Segunda División. La saga Camacho, a su vez, tiene a Ignacio como último eslabón. Mediocentro de calidad y fuerza, el atlético siempre se fijó en Juan José, su padre, ex futbolista de Zaragoza y Valladolid.

miércoles, 25 de abril de 2007

Envidia sana

Fútbol del bueno: emoción, ritmo, protagonistas con nombres propios, goles; Kaká, Cristiano Ronaldo, Rooney, Pirlo, Milán, Manchester, Champions League. Palabras que suenan a gloria para los amantes de este deporte; envidia sana para los españoles, que observan cómo su rol de líder en los últimos años se ve superado por otros países que evolucionan a base de mucho trabajo y mucha pasión, por encima de convertir el balompié en un circo con el que vender camisetas y ganar dinero. Pero esto es la pescadilla que se muerde la cola. Si los equipos españoles no logran variar el rumbo, podrían comenzar a generar pérdidas. Para mantener el chiringuito hacen falta estrellas, y las estrellas quieren títulos. Ahora la garantía del éxito no está en el Real Madrid y empieza a perderse en el Barcelona. Inglaterra es el destino elegido. Cristiano Ronaldo no quiere moverse del cobijo de Ferguson; Kaká prefiere dormir junto a la falda de Berlusconi. Si queremos, podemos cerrar los ojos y practicar el chauvinismo más incipiente. Sería un error. Hay que variar el rumbo. Dejar de endiosar a los jugadores fuera del rectángulo de juego, exigirles trabajo, dedicación, profesionalismo puro. Jornadas laborales de al menos seis horas, con entrenamiento físico, táctico, técnico, sesiones de vídeo, consejos nutricionales.
Mientras que Manchester y Milán maravillaban a media Europa con un fútbol de altos vuelos, el Barcelona se batía el cobre con el gran Al Ahly egipcio para hacer caja y el Real Madrid sigue soñando con ganar la liga más pobre de la última década. Una lástima. Hoy Chelsea y Liverpool seguirán con una fiesta donde los equipos español ya no tienen cabida.

lunes, 23 de abril de 2007

Los primeros en cantar el alirón


Se acerca el final de las diferentes ligas en Europa y este fin de semana ya nos ha dejado los primeros campeones. Inter de Milán en Italia, Celtic en Escocia y Lyon en Francia terminaron por ponerle el broche definitivo a una temporada que encauzaron desde el principio. El equipo del cuestionado Mancini aprovechó su segundo match ball tras su tropiezo intersemanal ante la Roma, igual que el conjunto galo, que ya era virtual ganador desde el miércoles después de que en los últimos meses hubiera bajado mucho su nivel de juego. A pesar de que oficialmente se trata del segundo Scudetto consecutivo del cuadro interista, su afición no lo celebraba desde 1989, ya que el año pasado el título llegó tras la descalificación del Juventus.
El Celtic, por su parte, liderado por el 'ogro' Gravesen, no ha dado opción alguna a sus vecinos del Glasgow Rangers en una competición, donde la diferencia de nivel entre los dos grandes y el resto es abismal. Se trata del quinto campeonato del Celtic en los últimos siete años. La pasada temporada ganó la liga con 17 puntos de diferencia sobre Hearts y se encamina a repetir la proeza. ya que acumula 81 puntos y le sigue el Rangers con 68.
Este próximo fin de semana, mientras que las ligas nórdicas (Suecia, Noruega, Lituania, Letonia...) acaban de alzar el telón, se conocerá el desenlace definitivo de la Eridivise, con AZ, PSV y Ajax empatados a puntos, jugándose el éxito o el fracaso en noventa minutos. A priori, los de Van Gaal parten con ventaja, ya que les favorece el goal-average (+53) y les serviría con sacar los tres puntos del terreno de juego del ya descendido Excelsior; también juega a domicilio el Ajax (+47), en este caso ante el Willem II, mientras que el único que tendrá el privilegio de contar con el apoyo incondicional de su hinchada será el PSV (+46), que cedió el liderato in extremis al empatar el domingo ante el Utrecht y en principio no tiene que tener problemas para superar al Vittesse. Yo apostaría a que los tres resuelven sus compromisos y no creo que Ajax o PSV sean capaces de cosechar goleadas escandalosas por encima de siete u ocho tantos, por lo que el AZ sería el campeón. Aunque habrá que tener cuidado con lo que pone en la libreta del 'ladrillo' Van Gaal.

martes, 17 de abril de 2007

¿Víctimas o verdugos?


La última jornada de Liga nos ha vuelto a dejar un nuevo escándalo arbitral en la Liga. Los polémicos veinte últimos minutos del Racing-Real Madrid, en los que Turienzo Álvarez señaló dos penaltis en contra de los de Capello y además expulsó a Iván Helguera y Álvaro Mejía han vuelto a encender una mecha que prende con demasiada facilidad: la del ataque furibundo hacia un colectivo que está tomando demasiado protagonismo en la última década. ¿Son víctimas o son verdugos? Esa es la gran pregunta.
Hay quienes dicen que los equipos grandes sólo se quejan de ellos cuando les perjudican, pero que cuando se ven favorecidos no dicen ni mú; que intentan justificar sus fracasos deportivos atacando al más débil para defenderse de su exasperada masa social, harta de ver, escuchar y leer mensajes de grandeza y no recibir a cambio lo que necesita: esos triunfos de su equipo que les evadan un poco del crudo día a día en su mil eurista vida; otros, sin embargo, consideran que los hombres de negro están decididos a no pasar desapercibidos una vez que se han dado cuenta del negocio en el que se ha convertido el deporte rey en España.
Se preocupan más de sacar tajada de la 'tarta televisiva', de llevar publicidad en la indumentaria, de salir bien en la foto y de meter cuello en algún anuncio de la caja tonta que de dedicarse a realizar su trabajo lo más honrosamente posible, sin beneficiar ni perjudicar a nadie, ciñéndose al reglamento y aplicando el sentido común para conducir un evento de tal índole. Y en medio de todo, la prensa deportiva nacional, que alimenta el debate en función de su intereses y que encuentra en tipos como Mijatovic ("Hay una mano negra") o Iturralde González ("Igual pierden la Liga por no traer a Kaká") los magníficos parapetos que le sirven para saciar sus filias y fobias e intentar manejar a la opinión pública. ¿Qué ocurre? Que algunos no saben diferenciar realidad de ficción y se dedican a amenazar telefónicamente a las personas, a realizar pintadas dantescas o a tirar piedras contra coches y autobuses. Y entonces es cuando todos eluden el papel de verdugos... y demandan el de víctimas.

jueves, 5 de abril de 2007

Athletic, ¡quién te ha visto y quién te ve!

El Athletic de Bilbao está tocando fondo. Por un lado es triste, por otro, una cura de humildad a unos principios tan honestos como obsoletos. Se veía venir. Era como el cuento del pastor y las ovejas. Tantas veces se avisó de que venía el lobo y no vino que cuando realmente apareció, no estaban preparados para evitar su ataque y terminó engulliéndoles. En fin, que al conjunto vasco la que le está engulliendo a pasos agigantados es la Segunda División del fútbol español. Se buscan culpables, pero nunca soluciones. Ese es el principal problema dentro de un club en el que durante los últimos años sus dirigentes se han peleado más por tener el poder que por cambiar el rumbo de una entidad que debía adaptarse al fútbol moderno. La Ley Bosman terminó de matar el proyecto idealista, político-fantasioso que ha seguido a rajatabla desde sus inicios. Eso es así. Una verdad como una catedral de grande. Tan grande como San Mamés, que puede cambiar la temporada que viene las visitas de Real Madrid y Barcelona, por Poli Ejido y Castellón. Ahí es nada. El proyecto se sostenía en unos valores, esos valores los tenían que transmitir los jugadores y en la plantilla actual del Athletic ya no existen ni Andrinúas, ni Garitanos, ni Uraldes.
Ahora tenemos a Yeste, más pendiente de variar sus peinados y de preparar sus poses en los lanzamientos de falta que de sacrificarse por el bien del equipo; a Urzaiz, que debería ser el líder sobre el campo y lo es en las discotecas, o a Etxeberría, un 'abuelo' que no llega a los 30 años. El armazón defensivo de antaño se ha convertido en una playa, donde la debilidad de hombres como Prieto, Murillo, Amorebieta o Casas es la nota preponderante. Si se consuma el descenso, habrán excusas (la lesión de Orbaiz, la 'injusta' sanción a Gurpegui...); Eso sí, todavía les queda una bala en la recámara, que no mete goles en el campo, pero sí en los despachos. Se trata de Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, ex jugador rojiblanco y confeso seguidor de los leones, que ya ha dicho que "no creo que bajen ni la Real ni el Athletic". Y cuando él lo dice será por algo. ¡Qué tiemblen Celta y Levante! Les esperan los Men in Black, es decir, los hombres de negro, o lo que es lo mismo, los árbitros.

viernes, 16 de marzo de 2007

Un paso más en la carrera de Palop

Existen dos sueños en la vida de todo portero que se precie. El primero, y más en su mano, conseguir que su equipo gane algún torneo importante, Liga, Champions, Mundial... gracias a una intervención suya en los minutos finales o deteniendo un decisivo penalti; el segundo, más inverosímil pero posible, marcar un gol que sea igual o más decisivo que en los casos anteriores. Esto fue precisamente lo que hizo ayer el guardameta del Sevilla Andrés Palop. Con su equipo eliminado de la Copa de la UEFA -iba perdiendo 2-1 con el Shakhtar Donestk-, el valenciano subió a rematar en el descuento un córner que iba a lanzar Dani Alves. Era la última bala en la recámara de Juande. Y bien que atinó con su disparo. Fue de cabeza, girando el cuello como los grandes delanteros -"sólo he hecho lo que veo que hacen mis compañeros", dijo después Palop-. Empate a dos y prórroga, donde el uruguayo Chevantón se encargó de poner la puntilla a los ucranianos.
Sucede este hecho un día antes de que Luis Aragonés dé la lista de jugadores para los decisivos partidos de España ante Dinamarca y Islandia, en la que, salvo sorpresa mayúscula no estará Palop. Méritos ha hecho de sobra para recibir este premio, el gol de ayer, el último de ellos, pero Luis prefiere a Casillas, a Reina, a Cañizares, y si me apuras hasta a Víctor Valdés. Una verdadera pena.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Ronaldinho, ¿camino de Milán?

Aparece hoy en la portada de uno de los periódicos deportivos italianos de mayor tirada la noticia de que Ronaldinho, por medio de su hermano y representante, Roberto de Assis, ha pactado con Galliani, vicepresidente del Milán y mano derecha de Berlusconi, su fichaje por el club rossonero para la próxima temporada. ¿Realidad o ficción? Habrá quienes piensen que se trata de una maniobra externa para desestabilizar al Barcelona; habrá quienes piensen que el entorno de Ronnie está moviendo hilos para sugerir en breve una nueva revisión en su contrato, ya suculento de por sí; y habrá quienes estén convencidos de aquello que dice que cuando el río suena, agua lleva. A mí, personalmente me parece que toda la parafernalia tiene más de esto último que de las primeras cuestiones. Por varios motivos: la primera es que es casi imposible mejorar más el contrato de Ronaldinho, que ha sido revisado hasta en tres ocasiones desde que llegara al Barça y ahora se sitúa a la cabeza de los jugadores de fútbol que más dinero ingresan, 23 millones entre ficha y contratos de publicidad; la segunda, que, como todo crack internacional que se precie, Dinho tiene un séquito de parientes a los que alimentar, que se mueven al ritmo de las comisiones y cada cierto tiempo es necesario cambiar de aires para llenar la hucha; la tercera es que el propio jugador ya ha manifestado en otras ocasiones que uno de sus sueños desde pequeñito es jugar junto a Ronaldo. Antes, en el Real Madrid, ese sueño era imposible, pero ahora, en Milán, puede hacerse realidad. Además, allí formaría ese tipo de colonias brasileñas que tanto les gusta a los nativos de dicho país para sentirse como en casa (Ronaldo, Kaká, Cafú, Ronaldinho, quizás Robinho);
y, por último, y a lo mejor lo más importante, a Ronaldinho en el Barcelona se le están acabando las motivaciones. Ha ganado Liga, Champions, Balón de Oro y FIFA World Player, completando uno de los mejores ciclos de la historia blaugrana. Pero el proyecto empieza a mostrar síntomas de desgaste. La división en el vestuario, los problemas con Etoo, el acoso de la prensa catalana y las críticas por su juego intermitente le hacen replantearse un futuro lejos de Can Barça, donde llegó de la mano de Rosell, al que hecha de menos desde hacer mucho tiempo. Habrá que estar atento a los próximos movimientos del mercado, pero lo que ya nadie duda es que Roberto se ha encargado de poner a su hermano a tiro de los que estén dispuestos a hacer una locura por él. Su cláusula, 120 millones. ¿Estará dispuesto Laporta a negociar?